Durante las crisis humanitarias, las necesidades, intereses y derechos de las niñas y adolescentes suelen ser invisibles.
En muchas ocasiones incrementa la discriminación de diferentes factores como la edad, el género, la clase social o el nivel de ingresos.
La crisis actual es a nivel global, pero se espera que esto no provoque un incremento en la desigualdad entre niños y niñas.
Es esencial visibilizar que, pese a las circunstancias, no se pueden suspender los programas para la erradicación de la violencia de género y violencia contra la infancia, ya que son episodios más comunes en tiempos de crisis.
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